PROGRAMA: CADA MAÑANA

ESTACION: KMNV “LA RAZA” MINNESOTA

FECHA: 16 DE FEBRERO DE 2023

TEMA: SARITA PEREZ DE MADERO “LA PRIMERA DAMA DE LA REVOLUCION”

PARTICIPACION: 62

 

Amigos de La Raza desde Minnesota en los Estados Unidos, mi tocayo, los saludo con mucho gusto como Cada Mañana, espero estén muy bien en todos los aspectos, me da mucho gusto saludarlos, ayer fue el día internacional de la mujer y hoy hablare de una mujer de la que no se ha hablado mucho en México pero que sin duda fue un gran mujer.

 

La historia de México se ha escrito por hombres y mujeres, quienes desde sus distintas trincheras han dado todo de sí por defender el modelo de nación que consideran el más razonable, en la participación de hoy hablaré de una mujer que no nació en Coahuila, ella era queretana pero que amo a Coahuila tanto como amo a su esposo, este es el caso de Sara Pérez Romero, una mujer que se entregó por completo a la causa de la Revolución Mexicana, en aras de constituir una sociedad más democrática, hoy en Cada Mañana, Sarita Pérez de Madero, “La Primera Dama de la revolución”

 

Su presencia y conducta ejemplar originaron siempre un gran respeto entre guerrilleros y escritores y en las palabras de despedida pronunciadas por el general de División, Juan Barragan, representante de los veteranos de la lucha armada de 1910, al bajar sus resto mortales a la tumba, la reconoció por sus virtudes como la “Primera Dama de la Revolución”

Sara Pérez Romero, nació en San Juan del Río, Querétaro, el 19 de junio de 1870,
fue una de las hijas del administrador de la hacienda Arroyo Zarco Macario Pérez Romero y de su esposa Avelina Romero; tempranamente sufrió la pérdida de su madre, por lo que Sara pasó los primeros años de su infancia y adolescencia en la hacienda donde trabajaba su padre, perteneciente al municipio de Aculco, en el Estado de México.

 

Para continuar sus estudios, se trasladó a la ciudad de México y al iniciar el año de 1893, fue enviada al aristocrático Colegio de Notre Dame, en San Francisco, California, donde conoció a Mercedes Madero y a Magdalena Madero, hermanas de Francisco I. Madero y Gustavo A. Madero a quienes conocería y terminaría casada con Francisco, en 1897 inició un noviazgo con el coahuilense y tras seis años de relación, contrajeron matrimonio civil en la Ciudad de México, un día después, el 27 de enero de 1903, la pareja se casó religiosamente en el Centro Histórico de la Ciudad de México y su residencia oficial la fijaron en San Pedro de las Colonias en Coahuila, lugar que sería conocido como “la cuna de la Revolución Mexicana”, pues fue allí donde los Madero iniciaron su activismo político.


En el caso de Sara Pérez, a su presencia discreta al lado de su esposo durante la primera etapa de la Revolución, se le ha dado poca relevancia, a pesar de sus altos merecimientos en las tareas de coordinar el suministro de armas y municiones, así como de atender y dotar de recursos económicos a los diversos grupos combatientes, además de organizar

festivales a favor de las víctimas del movimiento armado; asistía a las reuniones de obreros y recibía a las organizadoras de los clubes políticos y acudía también a comisiones que por cierto le causaban todo tipo de problemas, Sarita presidía el Club Caridad y Progreso y fundó la Cruz Blanca Neutral por la Humanidad.


Sarita como se le llamaba cariñosamente, fue digna compañera de aquel hombre ilustre nacido en Parras de la Fuente, Coahuila a quien acompañó con lealtad invariable en su lucha por la libertad, la democracia y quien se convirtió prácticamente en su sombra.

 

Desde las primeras actividades políticas de Madero, Sarita lo apoyó a pesar de no estar conforme con la alteración de la tranquilidad de su vida familiar, poseía una fuerza moral complementaria y protectora del quehacer ideológico de su esposo, participó sin descanso en las giras de la campaña antirreeleccionista, después padeció las agitaciones sociales causadas por las continuas sublevaciones.

 

En 1911, Madero y Sarita se convirtieron en padrinos de bodas de Emiliano Zapata y Josefa Espejo, sin embargo, la relación con de los Madero duraría poco con El Caudillo del Sur, pues en noviembre de ese mismo año los revolucionarios rompieron a través del Plan de Ayala, en el que los zapatistas desconocieron y acusaron a Madero de traicionar las causas campesinas.


El 9 de febrero de 1913, Victoriano Huerta impulsó un golpe de Estado contra Francisco I. Madero, evento que es conocido como la Decena Trágica, tras la presidencia interina de 45 minutos Pedro José Domingo de la Calzada Manuel María Lascuráin Paredes o simplemente Pedro Lascurain que fungió como presidente de México durante 45 minutos el 19 de febrero de 1913, tras la forzada firma de renuncia de Francisco I. Madero
, después de esto
Victoriano Huerta asumió el poder de México e inició una dictadura militar, pues bien, ante los riesgos, Sara Pérez Romero tuvo que exiliarse en Cuba y Estados Unidos hasta 1921, el matrimonio no tuvo hijos, aunque siempre lo anhelaron.

 

Después de la traición cometida por un puñado de militares ambiciosos y traidores durante la decena trágica contra el presidente Madero que era su esposo, demostró una actitud tenaz en la defensa de la vida de Madero y la de don José María Pino Suarez, cometido el magnicidio, fue el dedo de fuego que señaló enérgicamente a los asesinos de su esposo y Pino Suarez.



Mujer ejemplar durante las casi cuatro décadas padecidas después del crimen, fue el santuario vivo del pensamiento y obra de don Francisco I. Madero, jamás usó el término de “viuda” porque el forjador iniciador de la Revolución, permaneció alentando cotidianamente su alma.

 

Vuelta de su exilio, Sara vivió en su casa de la calle de Zacatecas en la colonia Roma, delicada de salud los últimos años de su existencia era admirable por su amor invariable a “Pancho” como siempre llamó coloquialmente a su marido, al morir a las 19:20 hrs del 31 de julio de 1952, México estaba en pleno desarrollo, mientras que su amado esposo ya era un símbolo cívico para el país.

 

Sarita vivió hasta la edad de 82 años, y conservó en su hogar la presencia espiritual de don Francisco I. Madero y fue sepultada en el Panteón Francés de la Piedad en la Ciudad de México. Hay que mencionar que por el amor y admiración que le tuvo a Francisco I Madero, Sarita Pérez de Madero, hasta el final de su vida vistió ropa de luto, después del asesinato de su esposo siempre estuvo vestida de negro.

 

Treinta y nueve años después de haber sido asesinado Francisco I. Madero, Sarita, “La Primera Dama de la Revolución”, falleció, sepultada a las 17:00 hrs. del 1 de agosto de 1952, en la misma tumba donde entonces descansaban los restos de su marido, el féretro de doña Sara estaba cubierto por la bandera de la Cruz Blanca, que ella había fundado junto con Elena Arizmendi en 1911. Tenía la inscripción que rezaba: “Por la Humanidad”.

 

Al sepelio asistieron cinco hermanos de Francisco I. Madero y varios parientes suyos, también estuvieron presentes los ex presidentes de México
Pascual Ortiz Rubio, Roque González Garza, que era coahuilense y el presidente en turno, Miguel Alemán Valdés.

 

Amigos de la Raza, este día hemos recordado a una mujer como pocas en nuestro país, a una primera Dama muy peculiar como las que hacen falta Doña Sarita Pérez de Madero, La primera Dama de la Revolución, para terminar, escucharemos primero una pequeña parte del discurso del presidente Madero el 18 de julio de 1911 en la ciudad de Puebla dirigido a los integrantes de las fuerzas armadas cuando renuncia al poder Porfirio Díaz, comento que es una copia de la grabación original echa en 1911 y también un tema que nos cuenta de la Traición a Don Francisco I. Madero, que tenga un extraordinario día y ya vamos volando a estrenar el mes de maro de 2023, hasta la próxima semana.